"Todo lo que se dio es por amor y dedicación"

24.04.2013 15:08

Así lo expresó María Esther Linaro, encargada de Mundoaparte, un espacio de protección de animales silvestres en peligro.

(Por Alina Dondo) Desde 2001, en Sorrento al 1500 funciona Mundoaparte, un espacio de protección animal que cuenta con más de diez especies de animales que llegaron al lugar por haber sido maltratados o lastimados por el hombre. María Esther Linaro es la encargada del lugar, da clases en la Universidad de Humanidades y Artes y en el colegio San Francisco de Asís pero su mayor dedicación está puesta en este proyecto. Con la ayuda de unos pocos colaboradores alimentan, cuidan y “malcrían” a pumas, leones, monos, aves, zorros y a un simpático jabalí.

 Entre paredes verdes pintadas por ella misma, ya que es artista plástica, Linaro contó: "Esto es un acto creativo, estuvo en la ilusión de mi pensamiento y salió". La creadora de Mundoaparte fue directora del zoológico que Rosario tuvo hasta 1997. Luego del cierre del lugar, a través de los medios la mujer denunció que la Municipalidad estaba abandonando animales en un basural. Con un precario subsidio, con poca actualización hasta el día de hoy, y el terreno de zona norte que le cedió el Ejecutivo municipal. Junto a los animales que se encontraron en el baldío, la encargada y sus colaboradores emprendieron el proyecto.

 En un terreno repleto de plantas y yuyos sembrados especialmente, que hoy en día se siguen desparramando por el lugar, los animales reciben un cuidado extremo y un amor incomparable. "Cuando vine a ver me enamoré del terreno y con el tiempo la naturaleza nos devolvió una maravilla, un pequeño bosque", expresó Linaro.

 Con este proyecto lo que se busca es demostrarle a la gente que a través de la conciencia se puede ayudar a mantener la especie animal. "A pesar de que hay legislaciones, se los agrede igual -continuó-. Se lastima a un animal silvestre, que tal vez está en peligro de extinción, y eso es una infracción pero nadie aplica las leyes'', dijo Linaro, y ejemplificó: "La gente se pregunta en qué ayuda un yaguareté sin saber que éstos por ley son un monumento nacional natural. Se los mata porque no se tiene conciencia de la fauna que tenemos. A pesar de que la provincia cuenta con una dirección de ecología nadie vigila las acciones de caza en la zona. Nadie controla este accionar, es decir, desde la dirección pueden hacer las cosas mal, omitirlas o deshacerlas sin que a nadie le importe".

En las visitas que se pueden hacer por Mundoaparte, que abre sus puertas el segundo domingo de cada mes, la organización ofrece mostrar videos al público que cuentan la historia y la razón por la cual cada animal llegó hasta allí. "No se tiene conciencia de la finitud de nuestros recursos naturales", manifestó la fundadora. Asimismo, justificó que las visitas sean espaciadas "para que la gente se mentalice dónde va a ir y para qué", ya que no es un lugar para entretenerse sino para tomar conciencia de las injusticias ecológicas y el cuidado ambiental. "Es un trabajo de hormiga", resumió.

 Por otra parte, Linaro junto a un asesor en la parte pedagógica y didáctica planean un nuevo proyecto a corto y mediano plazo para las escuelas. "Buscamos que vengan con objetivos armados, nosotros primero les mostramos videos, les contamos de qué se trata y si están dispuestos a acatar los requisitos para visitarnos vienen -amplió-. Si buscan sólo entretener a los chicos porque no los pueden tener en el salón, con nosotros perdieron".

No tan lógicos

 

"Se han convertido en una recaudación de dinero y utilizan al animal como una figurita poniéndolos como un tiro al blanco", cuestionó Linaro a los zoológicos. Además, explicó que si realmente fueran zoológicos "nadie pensaría en cerrarlos, porque serían lógicos" pero no lo son. A pesar de que desde afuera los animales parezcan cuidados, Linaro apuntó que es sólo una escenografía. "Distinto es lo que hacemos acá, siempre nos encontrás trabajando, haciendo y tratando de mejorar lo que ya está -comparó-. Intentamos mejorarles la calidad de vida y entretenerlos todo el tiempo".

 Sumado a esto, los zoológicos tampoco cuentan con un espacio para atender animales heridos en cualquier circunstancia, a los que se les puedan curar de inmediato las lesiones y volver urgente a su lugar de origen. En Argentina, sólo están legislados los zoológicos, muestrarios o criaderos de animales. Quienes proyecten espacios como Mundoaparte no tienen un lugar para inscribirse.

 

Más mundos aparte

 Este espacio que se lleva adelante hace más de diez años es muy difícil de imitar. Es más, no existe uno igual a lo largo de todo el territorio argentino. Sin embargo la idea de Linaro es que quienes coinciden con sus principios formen parte de otro lugar ubicado no tan lejano a Mundoaparte. "La cercanía que deberían tener estos sitios se explica en que las especies de aves, mamíferos, aún en peligro de extinción, tienen esa percepción de donde tienen que ir aunque en el medio exista devastación. Es decir, aunque esté la soja", apuntó. Esto generaría un circuito en el que los animales puedan transitar ya que el Adn de su memoria capta los espacios. No obstante, la mujer objetó: "Pero el humano tiene que tener códigos, respetar esa ruta y no forestar de cualquier manera. Estamos en el litoral y la pampa, el espectro de vegetales y yuyos que tenemos es muchísimo".

 Sin ir más lejos, criticó a aquellos que combaten los yuyos y pretenden que el césped sea todo igual. "Eso es homogeneidad, es muerte, es la antidemocracia. La biodiversidad es la democracia, es decir, la existencia de todos por más diversos que seamos en nuestros pensamientos. La homogeneidad es el totalitarismo, que es lo que nos está pasando", recalcó. También hizo referencia a la identidad regional litoraleña pampeana con la que está ligada la ciudad desde siempre: "Se está destruyendo, yo no quiero ser Miami. No me gusta que la principal imagen de los canales de Rosario sea la de dos torres enormes y edificios. Somos horizontales y hay que fomentar el crecimiento en horizonte apuntando a un desarrollo más natural con huertas y cultivos orgánicos. Al menos, buscar un equilibrio entre naturaleza y edificación pero a este paso veo una hecatombe y no un equilibrio".

 "De chica pensaba que el mundo no era para los animales, por eso hice Mundoaparte”, puntualizó Linaro. “Nada fue intencional, lo mismo me pasó con el nombre -contó-. Un día de calor agobiante llegué acá y cuando abrí el portón era un microclima mucho más fresco y dije 'la verdad que estamos en un mundo aparte' y la persona que estaba conmigo me dijo 'ése tiene que ser el nombre'". Al mismo tiempo, sostuvo que la idea principal era tratar bien al animal y nada más. Sin embargo, han conseguido logros científicos que no esperaban.

 "Nos devolvieron nacimientos de seres increíbles que no se reproducen en cautiverio y ellos lo hicieron hasta en lugares que naturalmente no usan", añadió. Tal es el caso de dos búhos de campanario que acogió Mundoaparte, luego de dos años y a pesar de estar lastimados y no poder volar lograron ser padres de dos crías. La reproducción sorprende ya que esta especie empolla a gran altura y no sobre el suelo, como éstos desarrollaron la suya. "La idea es que estuvieran bien y cómodos. Ellos hicieron el resto. Lo que se dio fue por amor y dedicación, no los tocamos, no nos dejan, pero están piolas y reconocen el espacio que les dimos como propio y nosotros lo que hacemos es no invadirlos", expresó.

 Para finalizar, Linaro dejó un mensaje más que claro: "El humano ve al animal como signo de reproducción y si no, no sirve. Y es todo al revés, el niño ama porque sí, cuando crece cambia la cuestión y se convierte en una persona displicente con la vida. En cambio, el animal ama siempre porque sí y es algo de lo que nosotros estamos a años luz". 

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