Periodismo ciudadano: usos y consecuencias
27.08.2013 00:15Las nuevas tecnologías y su uso en los medios de comunicación.
Cómo fue su accionar en los días de la tragedia de calle Salta
(Por Santiago Cortez) La inmersión de la tecnología en la vida diaria de todos genera discusiones interminables y opiniones diversas. Pero a pesar de todo, en muchos casos su mera presencia, consiguiente a un buen uso, puede resultar en acciones beneficiosas. La tragedia ocurrida en calle Salta al 2100 actuó como un ejemplo manifiesto de que esto es posible.
Un debate de larga data existente en cualquier lugar del planeta es la tecnología y los usos que de ella derivan. Los avances concretados en todos los ámbitos pertinentes a la vida conllevan a simplificar tareas, disminuir el estrés y, por qué no, el divertimiento. A pesar de todo esto, hay diversas cuestiones que ponen en jaque y establecen el límite de hasta dónde estos progresos pasan a ser perjudiciales. Los ataques a la privacidad, falta de credibilidad en las fuentes y un uso incorrecto de sus aplicaciones se erigen como los inconvenientes más conocidos.
Por el contrario, si el empleo de estas nuevas herramientas está dotado de compromiso, responsabilidad y seriedad, el resultado es totalmente satisfactorio. De esta manera, se da paso al surgimiento de nuevas ramas en todos los entornos de la sociedad. En referencia a las tareas informativas, el campo que más crecimiento obtuvo durante los últimos años fue el denominado periodismo ciudadano: aquél que hace referencia a las personas que aportan material, ya sea en formato de audio, video o imagen, con el fin de difundir su información.
El desastre que tuvo lugar en Rosario el martes 6 de agosto sobre calle Salta 2141 se transformó en la peor catástrofe que azotó a la ciudad en toda su historia. Pero fue aquí donde la tarea llevada a cabo por los vecinos de la zona y habitantes en general reveló que el periodismo ciudadano puede erigirse como un pilar fundamental en horas críticas. Tanto en tareas de rescate de las víctimas como en la búsqueda de desaparecidos, el aporte de las personas a través de los diferentes medios disponibles favorecieron mediante una cooperación mutua.
La red social de microblogging Twitter fue seleccionada por los usuarios como el medio idóneo para brindar su cuota de ayuda, apoyado principalmente en sus características de rapidez y dinamismo para publicar. Mediante la publicación de miles de tweets minutos después de ocurrida la explosión, los medios de comunicación tomaron nota y comenzaron a sonar las primeras alarmas. Fueron contribuciones anónimas que permitieron que el hecho obtuviera una repercusión a nivel global.
Por medio de la difusión de fotos y videos sobre la zona de la tragedia, algunos sin intención informativa sino por mera iniciativa del usuario, esta red social cumplió un papel preponderante en los días posteriores. La búsqueda de Santiago Laguía también formó parte del accionar de los ciudadanos, aunque no resultó del todo beneficiosa. Mientras que algunos afirmaban haberlo visto e incluso haber establecido contacto con él, otros manifestaban todo lo contrario y trataron de desmentir los rumores. Fue aquí donde uno de los conceptos presentes en los debates sobre el empleo de las nuevas tecnologías resurgió: la falta de credibilidad sobre lo publicado.
Por su parte, Facebook tuvo también su participación en las tareas de aporte de materiales informativos o videos e imágenes sobre el desastre, pero en menores proporciones frente a Twitter. Fue otro el hecho que recabó toda la atención de sus usuarios: la desafortunada publicación de Hernán Favre, concejal de la localidad Villa Elisa, en su cuenta personal, que generó un repudio unánime no sólo de aquellos presentes en la red sino también de la sociedad.
Además de los medios ya nombrados, cabe destacar la función de la red orientada a la distribución de videos, YouTube. Una inmensa cantidad de videos fueron subidos a diversos canales de los respectivos usuarios, permitiendo así poder tomar conciencia de la gravedad del hecho a aquellos que no pudieron acudir a la zona. A su vez, esta plataforma tuvo injerencia en la mayoría de las otras, ya que a través de sus links se pudo acceder a los videos respectivos.
En definitiva, la tecnología, como todo avance, conlleva sus puntos positivos y negativos. No se puede negar que los debates sobre sus consecuencias en la sociedad perdurarán a lo largo del tiempo. Pero tampoco es imposible percibir cómo sus aportes pueden resultar, en casos de un uso correcto, muy positivos. La realidad marca que el periodismo ciudadano continuará creciendo de la mano de la tecnología.
———
Volver