Pediatría ambulatoria en el Impenetrable

(Por Gisel Morón) Gustavo Farrugia es médico pediatra y hace 11 años que acerca atención a comunidades excluidas del sistema formal de salud. Rosarino, de 45 años, es uno de los fundadores de La Higuera, organización civil sin fines de lucro que acompaña durante una semana al mes a las comunidades chaqueñas que se encuentran en una de las zonas rurales más desprotegidas del país: el Impenetrable. Inspirado en el médico Laureano Maradona, Farrugia decidió comenzar con este proyecto que aun continúa.

 Su sueño es consolidar un equipo de profesionales que elijan dedicarse al trabajo en las zonas más pobres de país. Por eso están en consolidación de la sede de La Higuera en la ciudad, mediante la cual promueven la creación de la residencia en pediatría rural.

- ¿Cómo comenzó tu interés por las comunidades rurales?

- Empezó hace once años, sabiendo  que las comunidades rurales de Argentina no tenían asistencia pediátrica, intenté generar algo para ayudar. La idea era estar en los lugares más aislados con los peores indicadores de salud, trabajando ahí. Al principio parecía como una aventura, una cuestión muy agarrada de los pelos, pero hoy ya es distinto. Comenzamos a ir y venir con  gente del Hospital Víctor J. Vilela. En realidad la cosa empezó como una locura y después ya no sabés cómo manejarlo, cuesta mucho,  pero de a poco vamos armando una institución. También me inspiré mucho en la historia de don Esteban Laureano Maradona, él pasó cincuenta años de su vida ejerciendo la medicina en parajes del país. Su historia había llegado a mis manos a través de un fascículo de la serie Historias de la Argentina secreta y por suerte tuve la posibilidad de conocerlo. Tenía 99 años. Estaba muy viejito, recostado en una cama. Hablamos de todo por dos o tres horas... Esa charla me marcó. Entre otras cosas me habló de la falta que hacían los profesionales rurales, y se lamentaba de que los médicos, a su modo de ver, tuvieran menos vocación

- ¿Por qué decidieron llamarla La Higuera?

-Fue algo que nos llenaba, porque es un árbol que crece en lugares ásperos, secos y que más allá de la inclemencia del tiempo el fruto que brinda perdura. De esta forma  buscamos representar el lugar donde uno trabaja, en los que las cuestiones básicas como el agua corriente o un médico no son fáciles de conseguir. Además nos cautivó la trascendencia que daban sus frutos como sinónimo de prosperidad, fertilidad y solidaridad. Para nosotros, sinónimos de vida. Y como los proyectos que llevamos adelante promueven la vida, nos apropiamos de dichas cualidades como pilares fundamentales.

- Si bien es notoria la realidad de la provincia chaqueña, ¿por qué decidieron trabajar allá?

-En Chaco, más precisamente en el Impenetrable, es muy problemática la realidad sanitaria y social. Es un lugar muy escondido y aislado, con muchísimas carencias y eso hace que sea muy difícil todo. Desde ingresar, y convivir, hasta encontrar recursos humanos que quieran ir a trabajar. Por eso nuestra idea no sólo es asistir sino también formar profesionales. Ahora estamos en esa etapa de formación de proyectos, tratando de cumplirlos. La idea es intercambiar experiencias y capacitar de mejor forma a residentes y estudiantes que quieran incorporarse al proyecto. Necesitamos conformar un grupo, tanto acá en Rosario como en Chaco, para llevar adelante un trabajo en conjunto y continuo. Hay una gran falta de atención en esta región, sin médicos y menos aun pediatras. Con indicadores alarmantes, lo cual nos llevó a comprometernos con la comunidad. Por otro lado el compromiso ético con la sociedad que nos permitió acceder a estudios universitarios públicos, a una carrera humanitaria como es medicina. También siempre están latentes las enseñanzas del doctor Maradona que decía: “Había que tomar una decisión y la tomé, quedarme donde me necesitaban”.

- ¿Cómo están trabajando en la actualidad?  

-Hoy en día vamos una vez al mes con el equipo, médicos residentes y estudiantes de medicina. Seguimos estando porque tenemos un lugar, asistimos un poco pero no es como queremos, y eso genera mucha angustia. Ayudamos a una población grande pero estamos mal porque no podemos, ni contamos con los recursos necesarios para estar siempre. La idea es poder hacer un proyecto seriamente y estar de forma permanente. Pero para esto necesitamos un presupuesto muy alto que son entre 50 mil y 60 mil pesos mensuales. Por ahora no queremos depender del Estado, porque considero que la dirigencia política no está madura. Entonces intentamos hacer nuestro servicio con autonomía y eso implica otro gran desafío. La idea es que esto crezca en otros lugares, se replique y se pueda implementar la pediatría rural en todo el país. Un gran avance es la adquisición de 30 hectáreas, en el paraje Las Hacheras. Ahí se construyó una casa pensada para que todos los médicos visitantes tengan un lugar donde quedarse. Por ahora tiene tres ambientes, pero como el terreno es grande, esperamos poder ampliarla lo suficiente para que el día de mañana el médico venga con su familia si quiere.

 En 2005 Al Jazeera English, la versión inglesa de la cadena de televisión qatarí, filmó un especial que muestra el trabajo que llevan adelante a través de la ONG La Higuera para implementar la pediatría rural en las comunidades más aisladas de Argentina y su problemática con el mal de Chagas, una de las enfermedades más vistas y tratadas en esas zonas. "Chagas, un asesino silencioso" fue filmado en Chaco y Rosario, escrito y dirigido por el argentino Ricardo Preve. Y ahora se presentó en Cochabamba (Bolivia), junto con un spot filmado por Lionel Messi por la lucha contra el mal de Chagas. 

- ¿Qué significo el interés del director para con la organización?

-Fuimos elegidos, no sé por qué. Pero para nosotros fue un orgullo. Habla sobre la problemática de chagas en Argentina, en lugares endémicos, y la idea básica fue reflejar eso y todo el trabajo de la organización. Te sentís reconocido y eso está bueno. Cuando muchas cosas las hacés en forma silenciosa, te sentís contento cuando te reconocen. Pero también sentís que te faltan un montón de cosas y que en realidad acá tendría que actuar el Estado. Se necesitan políticas sustentables, que no dependan de personas sino de los sistemas.

- ¿El documental ayudó para difundir el proyecto?

-Sí, sirvió mucho para la difusión, para buscar socios y empresas que sigan colaborando. Además para demostrarle a la gente que colabora, que la plata que dona se utiliza. También ayudó la participación de Messi, que lo hizo de forma indirecta. Conoció el documental, le interesó y al enterarse que éramos rosarinos no dudó en colaborar. Esto genera una mayor visibilidad y ojalá nos ayude a seguir adelante con este proyecto. Hoy necesitamos tres mil personas que pongan 280 pesos por mes para poder continuar con esta ayuda que brindamos.

 Junto a su equipo de trabajo, Farrugia lleva más de 2400 historias clínicas abiertas. Ellos controlan el crecimiento y desarrollo de los niños, detectan las problemáticas, diagnostican y tratan cada caso desde la familia, nunca desde la atención aislada de los niños. Controlan casi 20 mil hectáreas del Impenetrable chaqueño y se sustentan con colaboración de empresas y socios. Para colaborar se puede ingresar a  La Higuera (https://www.lahigueraong.org.ar) y conocer un poco más del proyecto.