Padres ante el reto de las redes sociales

27.05.2013 22:10

(Por Sofía Correa) Cada miércoles, el centro cultural Roberto Fontanarrosa ofreceel taller “Un por- venir adulto”, con distintos temas que abordan a los adolescentes. Sus coordinadoras son Cecilia Pedro, Adriana Herrero y Sandra Miotto. El primer encuentro de este mes se llamó “Abuso sexual: sus encrucijadas”, mientras que el miércoles 22 presentaron “Padres ante el desafío de las redes sociales”, que contó con la disertación de Daniel Krichman (especialista en redes sociales) y Cecilia Pedro, psicóloga.

Cecilia Pedro comenzó leyendo unas palabras de su puño y letra para introducir el tema. “Los famosos Nativos Digitales son los jóvenes que nacieron en esta etapa, son hiperactivos, hiperconectados y están todo el tiempo en movimiento -comenzó-. Realizan muchas acciones juntas, escuchan música, hablan por el chat, juegan a la play, miran la tele, hablan por el celular, etc. no se detienen y, si lo hacen, se aburren”. Explicó que estos chicos viven en el presente continuo, porque así y sin fronteras es el espacio natural del mundo virtual al mundo real. “Están es sus cuartos y al mismo momento trascienden su límite, entran y salen de los dos mundos constantemente. A veces no tienen ni idea de que están en otro espacio, por ejemplo decir 'hablé con fulano y me dijo tal cosa’, cuando en realidad no habló sino que le mandó un mensaje”, expresó la psicóloga.

Además, reveló que los jóvenes hoy en día ya no distinguen de lo que debe ser público o privado. Esto sucede gracias a la posición del mandato social de que todo tiene que ser mostrado. Pedro mencionó: “Antes exponer lo privado en público era vergonzoso y rechazado por la sociedad. Ahora compartirla se convirtió en una costumbre social, tal vez como una manera de no tener que tolerar límites y prohibiciones”.

Los adolescentes utilizan a la tecnología con un doble objetivo: por un lado se obtienen satisfacciones ligadas al propio cuerpo y por otro permite la relación con los demás. Las nuevas tecnologías interactúan sobre la soledad del internauta y el lazo social, es por eso que hay pasos de franjas entre ambas realidades como los locutorios, los juegos on-line en equipo, el uso de las web cam, o bien los lugares de citas.

La psicóloga cree que la familia ocupaba un lugar central en la transmisión y repartición de culturas, normas y tradiciones pero sobre todo el saber era posesión de los padres. Sin embargo, a partir de esta nueva realidad el adulto perdió en mayor o menor medida el lugar que antes tenía frente al adolescente. “El modelo de adulto en la etapa del post-modernismo está desdibujado. Esto sucede especialmente en la adolescencia porque es un momento de alejamiento y confrontación con los padres”, aseguró la profesional. Para el adulto esto es un doble desafío ya que se encuentra con un chico que es un extraño, que lo ve con otros ojos, que lo enfrenta y critica severamente, pero además las redes sociales aparecen como un universo donde todo es posible y donde todo saber es accesible.

Muchos padres se sienten reemplazados por un celular, notebook, tablet, etc, al ver que sus hijos ya no recurren a ellos para sacarse las dudas. Pero el problema no es sólo ése,  ­

sino que para muchos es difícil de entender este fenómeno y otros ni lo quieren intentar, por eso sienten que perdieron el control sobre sus hijos. Los padres sienten además que están excluidos y son “inmigrantes”, ya que los chicos están más capacitados que los adultos. “Antes sus hijos estaban encerrados en el cuarto pero solos y ahora también pero no saben con quién ni qué están haciendo. Es importante que los padres puedan superar las dificultades para conocer las nuevas tecnologías que les permitan cuidar y acompañar a su hijo más allá de la apariencia, ellos siempre necesitan que sus padres estén a su lado”, concluyó Cecilia Pedro.

A su término, llegó el turno de Daniel Krichman, que quiso hacer una pequeña prueba con aquellas personas que estaban en la charla. Primero les preguntó: “¿Todos saben lo que son las redes sociales?”. Todos contestaron que sí, y siguió con la otra: “ ¿Alguien podría definir en dos palabras qué es una red social?”. Ninguno pudo decir la definición verdadera y mucho menos en dos palabras. Entonces él dijo: “La definición exacta es ‘no sabemos’. Yo la exagero un poco pero es así, nosotros siempre hablamos de lo que sabemos más o menos. Y para ayudar a nuestros hijos primero hay que saber qué es”.

El libro se transformó en digital, pero el formato seguía siendo el mismo que el del libro. Es decir, alguien que sabe escribe y el que no, lo lee (web 1.0). Pero a partir del año 2005 hay un cambio: aquellos que antes no sabían tienen la posibilidad de ser productores además de consumidores. “Esto abre una puerta muy importante de la cual todavía no tenemos conciencia de lo que significa. En la teoría nosotros decimos que este fenómeno reconoce al ciudadano y da pie como sujeto cultural -expuso el profesional-. Pero en la realidad pasan otras cosas: yo te doy la palabra, ¿pero quién la toma? Ahí aparecen otros fenómenos que empezamos a descubrir, los chicos no están preparados, entonces esto va dejando un agujero que es ocupado por la presión del mercado”.

El especialista prosiguió: “Este año se hizo una investigación para saber qué pasaba en internet en un minuto. En Facebook por ejemplo tienen mil millones doscientos de usuarios activos, y en YouTube hoy se ven 1.4 millones de películas. ¿Con semejante  ­invasión de la virtualidad esto no va a estar impactando en nuestra vida? Tendríamos que estar desquiciados para pensar que no es así”. Para Krichman que haya mucha información, transparencia, interconectividad y demás cosas pone en crisis cosas que no están acostumbrados a manejar los humanos. Por ejemplo, si no coincide lo que se dice con lo que se hace, el otro lo ve y los chicos ven eso. “Si se me cae la baba cuando miro a una chica bailando en el caño en el programa de Tinelli, ¿de qué me voy a horrorizar después cuando una adolescente que necesita sólo una cámara y la conexión de internet se desnuda haciendo un baile erótico y lo sube a YouTube?”, opinó.

Para finalizar el especialista contó que se utilizan remeras con códigos de barras, se escanean y con eso se puede saber si la persona está soltera, qué busca y demás cosas. Esto hace que ya ni siquiera tengan que hablar con la otra persona para saber, por ejemplo, qué le gusta. También aseguró que con la institución de la web 2.0 se cae todo el tema de los permisos y los protocolos: hoy en día en internet se le puede hablar a cualquiera. “El problema es cómo hacer para llegar a esa persona, pero ya no es tan difícil y a eso los chicos lo tienen en cuenta, también está presente para los perversos, en internet se visibiliza todo, entonces es fácil horrorizarse de esto pero la tecnología también ayuda. Sólo hay que mostrarle a los chicos que hay cosas más importantes para publicar que contar todo aquello que hacen y enseñarles a utilizarlo para su bien. Pero no hay que correrlos, porque sino es peor”, concluyó.

Para el próximo encuentro, que será ya el 5 de junio, se hablará sobre “Jóvenes marginales: una mirada desde la psicología y el derecho”. Esta se llevará a cabo con la participación de una jueza de menores y una psicóloga especialista en asuntos forenses. La entrada sigue siendo libre y gratuita para todo aquel que quiera acercarse, en el mismo horario (a las 19.30) y en el mismo lugar: el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa de San Martín y San Juan.

 

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