Muy noventa

16.05.2013 23:50

 

La generación que se crió en los albores del nuevo milenio no puede olvidar ciertas costumbres que se esfumaron en silencio. En el medio del advenimiento tecnológico y la ola de dispositivos móviles, quedaron muchos niños, quienes debieron adaptarse a esa realidad.

(Por Damián Balceda) Los años transcurren sin que prácticamente nadie pueda notarlos. El jardín de infantes es apenas un vago recuerdo cuando los jóvenes emprenden su viaje a Bariloche para celebrar la conclusión del ciclo escolar. Sin embargo, lo mismo ocurrirá con esa travesía cuando llegue la hora de subirse al altar o formar una familia. Generaciones que se extinguieron por completo y otras no tan lejanas, parecen datar del “tiempo del ñaupa”, como dirían los abuelos. De todos modos, las imágenes, sonidos y gustos de los ´90 aún están a la vuelta de la esquina y provocan una mueca de sonrisa en aquellas personas que transcurren por su tercera década de vida.

El universo televisivo ofreció en aquel entonces un abanico de opciones y éxitos que no se repetirán con facilidad. Desde la irrupción de Xuxa con sus paquitas, pasando por “Amigovios”, y los inolvidables “Chiquititas” y “Cebollitas”. Las nenas se la pasaban cantando como lo hacían las elegidas de Cris Morena, mientras los nenes soñaban con gritar los goles de “Gamuza”.

También los dibujos animados provocaron sensación. Los canales destinados a ese tipo de entretenimiento se popularizaron y la diversidad se hizo moneda corriente. En ese sentido, las animaciones japonesas (animé) tuvieron, y quizás todavía tienen, un predominio notable. Los asiáticos lograron penetrar las mentes de los adolescentes con series que mezclaron emotividad, acción y, sobre todo, mucha fantasía. Los temas musicales que acompañaban las introducciones eran pegadizos y al poco tiempo surgieron los álbumes de figuritas adhesivas que alimentaban el deseo de ser “un Maestro Pokemon”, “un Guerrero Z” y hasta “un Caballero del Zodiaco”.

En cuanto a la música, los ´90 fueron la época dorada para el pop latino y el surgimiento de los grupos de cumbia bailable. Una joven colombiana de cabellos pelirrojos cautivó al mundo, con una voz estridente y movimientos de caderas osados para la época. Al fenómeno de Shakira y sus incontables éxitos, se sumaron otros tantos artistas con acento español que recorrieron el mundo. Ricky Martin, Chayanne, Gloria Estefan, Paulina Rubio y Christina Aguilera, son algunos de los que encabezan esa lista. Todos con aspecto puro y angelical aprovecharon al máximo su minuto de fama.

Los conjuntos de cumbia también tomaron el centro de la escena y se adueñaron de la noche. Iniciaron con su espacio dedicado los sábados por la tarde y llegaron a agigantar su espectro, a tal punto, que algunos fueron invitados recurrentes en el viejo “Video Match” que condujo Marcelo Tinelli. Cualquier treintañero siente nostalgia al oír una estrofa de “La ventanita del amor”, “No me arrepiento de este amor” o “Vete de mi lado”.

Los sabores tampoco son fáciles de olvidar. Golosinas que se fueron para siempre o sólo se consiguen en sitios remotos. Los huevos con sorpresas, mal que mal, siguen presentes con enormes variaciones en sus precios, pero los niños de la actualidad ya no eligen el añorado “heladito” o la olvidada “gallinita”. De vez en cuando, algún hombre se acerca con vergüenza al mostrador y le pide al kiosquero: “me das una Yapita”. Pero esa misma persona ya no podrá disfrutar del tropical sabor que tenían los chicles “Dinovo”, con su peculiar formar de huevo, o en su variación “Dinovo Frutis”. Se extinguieron, como los dinosaurios, como los caramelos “Fizz”, las gelatinas “Yummy” y las “Mielcitas”.

El final del siglo XX se llevó consigo sensaciones que sólo perdurarán en las mentes de quienes fueron protagonistas. Ya pasaron trece años del nuevo milenio y cuando menos uno se lo espere, todos estarán hablando del anticuado año 2000. Por eso vale la pena traer las tradiciones al tapete y no sonrojarse por lo vivido en la niñez. 

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