Los fenómenos climáticos

26.04.2013 15:12

El Niño ataca la zona

(Por Santiago Minaglia) En los últimos meses se registraron grandes lluvias con violentas ráfagas de viento a causa del choque entre masas de aire caliente y frío. El director del grupo de observación meteorológica “Caza Tormenta del Sur”, Oscar Monjelat, explicó que lo sucedido se debe a un fenómeno llamado “El Niño”.

 Monjelat comentó que Buenos Aires y el sur de Santa Fe y Entre Ríos es una zona proclive a ser afectada por tormentas fuertes o tornados, especialmente en sus estaciones más calientes. “El motivo es que se encuentra en un área de intercambio de masas de aire, a esta región llegan con mucha facilidad masas de aire caliente y masas de aíre frío, el encuentro de estas masas de aire marca la principal zona para generar tormentas”, informó.

 Cabe destacar que el temporal del 4 de abril que se vivió en la Plata y se cobró la vida de 51 personas, más allá de cualquier responsabilidad política, fue un claro fenómeno meteorológico en donde llovieron 400 mililitros en tan sólo dos horas. En referencia a esto, Monjelat dijo: “Lo que se está viendo como un incremento de la frecuencia de las tormentas, está influenciado por el fenómeno conocido como 'El Niño', que aporta un excesivo contenido de vapor de agua a las masas de aire caliente que llegan a la región”.

 Lo sucedido en dicha ciudad no había tenido precedentes y atacó de sorpresa a toda la región. Monjelat opina, no obstante, que no existe ningún cambio climático y menos aún que el planeta se esté calentando a causa de la actividad humana. “Hay un proceso integral de 'Cambio Planetario' donde la fenomenología meteorológica sólo es un elemento más a tener en cuenta”, sostuvo. Además, aclaró: “Existen fenómenos meteorológicos que luego de ser reportados darán algunas particularidades de nuestro clima, pero analizados desde una óptica de tiempo extenso, por ejemplo 10 años. Y dentro de las estadística climatológicas estos eventos son esperables, sólo que no puede definirse una frecuencia regular”.

 Asimismo, Monjelat piensa que estos eventos podrían continuar. En referencia a lo anterior anunció: “Por lo pronto 'El Niño' sigue con tendencia a permanecer, con esta situación es esperable que se produzcan nuevos eventos de tormentas fuertes/severas, especialmente luego de varios días de recibir aire caliente y húmedo”.

 En lo que va del año ya se registraron varias tormentas grandes y alertas meteorológicos además de lo acaecido el 4 de abril. Por ejemplo, el 4 de enero fue el primer alerta con tormentas que avanzaron desde el oeste y se desplazaron grandes masas de aire caliente, húmedo e inestable. Además de esto, el 31 del mismo mes se produjo la primera tormenta fuerte donde corrientes de aire caluroso y frío chocaron y hubo gran actividad eléctrica, chaparrones y caída de granizo. El 2 de febrero también fue un día con presencia de actividad eléctrica y granizo a causa del aire extremadamente caluroso y húmedo. El 16 de febrero se registraron tormentas peligrosas con topes que superaron los 15 mil metros de altura en un avance generalizado desde el oeste hacia el este, con caída de granizo, intensas precipitaciones y ráfagas de viento muy fuertes.

 En contraposición a los dichos de Monjelat, la profesora de geografía Ana Barbieri manifiesta que lo sucedido se debe al calentamiento global, puesto que antes no se sufrían fenómenos climáticos tan terribles y con tanta frecuencia. No obstante, acordó en que la región “es un área totalmente propensa a la formación de tornados y fuertes lluvias”.

 Además, explicó que esto ocurre porque en el interior del territorio argentino y en la parte más continental existe un ciclón permanente y, también, sobre el río de La Plata (por su poca profundidad) hay tres ciclones móviles más, por lo que la zona no deja de recibir vientos permanentes. “Estos vientos permanentes vienen directamente atraídos por esos ciclones. Cuando sufrimos cambios bruscos de baja presión se producen este tipo de formaciones naturales con las que vamos a tener que aprender a convivir”, sostuvo.

 Por lo pronto no cambia demasiado el hecho de que esto sea causado por el calentamiento global o no. De cualquier forma el Estado deberá hacerse cargo y plantear una política de saneamiento para poder reparar y, en la medida de lo posible, prevenir los grandes desastres. No es un accidente aquello que se puede evitar, y si bien no se puede hacer nada con los 400 mililitros de lluvia que cayeron a baldazos en la Plata, sí se pudo haber evitado que ésta se acumule a causa de la basura atiborrada en los desagües. Evidentemente Barbieri tenía razón cuando señaló que se deberá aprender a convivir con fenómenos como “El Niño” y sus concomitantes consecuencias.

 

 

 

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