La realidad contada por medio de la ironía

Noche de guardia pone en escena lo que puede vivirse en una comisaría pero apela al humor como vía para llegar al público.

                                Judith Ganón, María del Carmen Sojo, Luciana Evangelista y Claudia Piccinini (de izquierda a derecha)

(Por Josefina Casanovas) Noche de guardia muestra a través de la parodia y el humor hechos que pueden suceder en una comisaría. Los personajes de la obra están encarnados por  Luciana Evangelista (Agente Iturraspe), Judith Ganón (Suboficial Martínez), Claudia Piccinini (Agente Santana) y María del Carmen Sojo (Agente Martínez). La directora del espectáculo es Cristina Carozza quien también dirigió Demasiada familia, Tenemos que hablar, Puertas adentro, El eslabón perdido y Criadas para nada. El texto fue producto de Juan Pablo Giordano, dramaturgo de Argentina arde y Servicio secreto.

El espectáculo, que se desarrolla todos los viernes a las 21.30 en el teatro La Nave, se acerca bastante a la actualidad de lo que es la policía en el país. Aunque la directora optó por el humor, la parodia, la ironía, el erotismo y la sexualidad, Noche de guardia pone en manifiesto la crisis que rodea a la institución policial. Por ejemplo, se puede ver en una escena cómo las oficiales incriminan a una mujer poniéndole droga en su casa. Además de consumir la cocaína, comentan que la habían conseguido gracias al allanamiento de “Navidad blanca”.

Como esa escena hay muchas otras que denotan la corrupción y el mal desempeño de las fuerzas que supuestamente deben velar por el orden público y la seguridad nacional. “La policía no tiene ideología, no es peronista ni radical. La policía es lo que la cúpula radical quiere que sea”, esas palabras que vocifera la Suboficial Martínez en el escenario refuerzan la idea del presente crítico que atraviesa la institución.

Además se reproduce lo que pasa dentro de la unidad, es decir, cómo son las relaciones sociales entre un subcomisario y un agente, por ejemplo. Se revela el maltrato tanto físico como mental por parte del jefe hacia sus súbditos, “orden y disciplina” le recuerda la Suboficial Martínez a la Agente Martínez en un momento. La humillación que esta última recibe por parte de sus compañeras en la obra produce risas y carcajadas. Tal vez por la brillante interpretación de Sojo, aunque en realidad debería ocasionar repudio porque es inhumano que una persona deba obedecer a otra por medio de acoso sexual y violencia simbólica.

Noche de guardia culminó con una gran ovación por parte del público. Los aplausos se deben a que con una escenografía muy escasa, una musicalización acorde a cada situación y el esfuerzo inmenso del conjunto teatral, este relato rasguña a cada espectador en su carácter de ciudadano.

En lo que respecta al teatro en sí, Carozza, directora del proyecto, reflexionó: “Es una manera de mirar la vida porque te permite observar un hecho desde distintos lugares. No ves la linealidad de las cosas sino como una tridimensión”. Además, la profesional agregó: “Te da la posibilidad de ampliar tu horizonte, no quedarte con una vista chiquita. Me parece que es un buen ejercicio, sino nos encerraríamos en un mundo muy mezquino y pequeño”.