La educación digital en las aulas rosarinas
06.11.2013 09:52(Por Santiago Cortez) El término evolución está ligado intrínsecamente con la tecnología. En su significado más puro, los avances tecnológicos conllevan una amplia gama de progresos que repercuten en todos los ámbitos de la vida diaria de las personas. Las nuevas generaciones traen consigo la necesidad de implantar éstos avances para poder extraer el mayor rédito y así mejorar su calidad de vida.
Y a pesar de que la sociedad se encuentra sin lugar a dudas en un estado continúo de evolución, algunos sectores todavía no logran conjuntar en ese camino. Ya sea por cuestiones políticas, administrativas o meramente externas, allí es donde se producen los denominados estancamientos tecnológicos. El ejemplo más conciso es todo lo que concierne a la educación en todo el país, aunque en los últimos años la situación comenzó a evidenciar síntomas de mejora.
Con el apoyo de una resolución ministerial y el objetivo de proliferar estas manifestaciones de progreso, el diario “La Capital” lanzó en 2010 el programa “Diario en el Aula”, una serie de actividades, charlas y capacitaciones con el fin de promover la lectura del diario en las escuelas y afianzar la visión crítica y reflexiva en los alumnos. Sumado a esto, uno de sus focos estuvo centrado en la aplicación del periodismo digital en las aulas, incentivar las interacciones de los chicos y formar a los docentes con las nuevas plataformas que ofrece la web.
A lo largo de septiembre y octubre, se concretó la cuarta edición del taller “Periodismo escolar digital” dirigido a los docentes rosarinos con el fin de transmitir los conocimientos necesarios para poder acabar con la relación jerárquica preestablecida en las escuelas y adoptar un nuevo modelo educacional en donde se pueda sincronizar la tecnología con los currículos escolares.
Paulo Ballán y Cristian Ferreira Da Cámara son licenciados en Comunicación Social y docentes que se desempeñan profesionalmente en la UNR. Ellos fueron los encargados de comandar el panel de actividades con el grupo de docentes a cargo. A través de las diferentes convocatorias, pudieron sacar diferentes conclusiones y compartir conceptos y experiencias únicas.
“La cuestión digital es muy interesante. Cada vez que nos sentamos a discutir el contenido del programa, tenemos que enfocarnos mucho en su filosofía y no tanto en las herramientas. Porque si no siempre estás corriendo detrás de todos los programitas que vienen saliendo. Muchas veces eso sucede con los cursos de actualización que se especializan en cosas digitales, enseñan cosas que al año siguiente van a caducar”, sentenció Ballán.
La clave para que los elementos aportados por la tecnología puedan combinarse con éxito en el salón de clases radica en la transformación de los antiguos paradigmas educacionales con los cuales los docentes actuales fueron formados. Debido a esto, Da Cámara aseguró que hace falta una revisión en los nuevos conceptos y viejas escuelas con una “nueva óptica”. Romper los moldes para poder afianzar un nuevo estilo de enseñanza.
“Lo que se plantea son especies de estrategias desde donde aplicar, a lo mejor integrando la carrera curricular que se tiene que desarrollar y ver de qué manera eso se puede repensar. Desde un concepto del docente donde tiene que moverse de la centralidad e invitar a la participación de los chicos donde el conocimiento se construye colaborativamente”, manifestó.
Tal como se refleja en la sociedad, los tiempos son cada vez más reducidos y la vorágine logra escabullirse en la vida diaria. La escuela no es un ambiente ajeno a esto, por lo tanto las estrategias deben reverse. En referencia a la cuestión, Ballán afirmó: “Siempre se consideró que la única educación válida era la del tiempo escolar y hoy por hoy el entorno digital nos ayudó a comprender que los alumnos aprenden todo el tiempo por fuera de ese tiempo y espacio escolarizado. Lo que tratamos de trabajar es eso, una escuela con las puertas abiertas y diálogo constante con ese entorno”.
Un concepto destacado por ambos profesionales fue la “inclusión escolar”, remarcado como otro de los puntos que marcarán un antes y después en las escuelas. Según Ballán, la inclusión educativa se logró gracias al entorno digital, permitiéndole a los alumnos poder manejar con mucha libertad sus tiempos escolares. Además, remarcó que hay que hablar de un “nuevo tiempo de educación”, donde el docente debe estar preparado para llevar a sus alumnos y termine con la relación jerárquica de enseñanza y se estimule el feedback entre ellos.
En referencia a la situación actual de la educación rosarina y la disposición de los docentes para adquirir estos conocimientos, los profesionales coincidieron en que el estado es muy variado. “Veo gente por ahí muy interesada con gran capacidad para desarrollar proyectos muy interesantes, pero también veo cierta sinapsis institucional donde tienden a no trabajar de manera integral. Hay una práctica que no se está llevando en las escuelas medias, por ejemplo los establecimientos con salas de informática dictadas por una docente que paga la cooperadora, donde además en vez de enseñar la dan como una especie de hora libre. Mientras se sigan repitiendo esas fórmulas, el objetivo no se va a poder lograr”, declaró Ballán.
Por su parte, Da Cámara insistió en la existencia de un desfasaje en la reflexión y la producción teórica en torno a las escuelas de enseñanza media, causados principalmente por problemas de conectividad. Asimismo, agregó: “También veo que hay cierta resistencia para incorporar esas alfabetizaciones y asumir que saben menos que los chicos, se hace difícil la construcción cuando los docentes quieren manejar la situación. Nosotros estamos aprendiendo continuamente cosas, entonces todo lo que podamos charlar nos va nutriendo a nosotros para pensar estas cuestiones”.
Por último, los profesionales establecieron sus deseos para el futuro próximo en torno a la temática. “Expectativas hay muchas, sigue estando pendiente una especie de parálisis, se tienen los elementos pero no se aprovechan, a veces por ciertos temores injustificados. Se habla del término desequipamiento, muchas escuelas que tienen los equipos pero sin embargo no se usan. Todo esto genera una especie de autolimitaciones. En el futuro apuntamos a romper esto”, concluyó Da Cámara.
Por otro lado, Ballán dejó en claro que el proceso de digitalización se extiende a toda la sociedad y que en algún momento acorralará a la escuela. “De hecho las políticas públicas vienen pensando en esto y hay como una decisión de generar recursos y posibilidades de aplicación. Es inminente porque lo vemos en la calle, la comunicación está cada vez más mediada y no solamente el entorno va a trasladar a la escuela, sino que necesariamente va a tener que ponerse al día si va a querer capacitar a los chicos en el mundo real”, cerró.
La tecnología llegó para poder crear facilidades a la hora de realizar todo tipo de tareas. Existen sobradas muestras que su fusión con la escuela desemboca en resultados favorables tanto para los profesionales encargados de educar como para los alumnos. Paulo Ballán y Cristian Ferreira Da Cámara forman parte de un grupo consolidado de expertos encargados de demostrarlo y, poco a poco, cambiar los estándares de la educación.
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