Entrevista a Matías Vidondo: Matador en todo sentido
21.10.2013 23:44(Por Juan Ignacio Zerito) Ya con el cinturón de los pesos pesados argentinos, Matías “El Matador” Vidondo (16-1-1) charló con Quince en Uno a más de un mes de su logro más importante. Luchador, perseverante, está esperando la primera defensa de su título. Luego de un final poco ético de “La Mole” Moli en el duelo que protagonizaron, el campeón hablo sobre su título y su carrera boxística.
- ¿Cómo fue tu comienzo en el boxeo?
- Arranqué cuando ya estaba instalado en Rosario, siempre me había gustado y un día cuando tenía 23 años decidí comenzar con el objetivo de competir. Siempre todos los deportes que hice fueron para competir, no hago nada para estar lindo y flaco, es una cuestión de superación mía. Hice 12 años de artes marciales en Neuquén. Soy cinturón negro, y cuando competía buscaba golpes de boxeo porque me encantaba y lógicamente era sancionado debido que no se podía golpear de esa manera. Así que desde esos momentos me dí cuenta que los guantes eran lo mío.
- ¿Llegaste solo a Rosario desde tu Neuquén natal?
- Sí, vine totalmente solo a la ciudad a los 20 años, con una mochila nomás. El motivo fue para estudiar Medicina, carrera en la que todavía sigo “luchando” aunque estoy muy complicado de tiempo. Esta lucha es más difícil que pelear con Alí (risas).
- ¿Tu familia estaba de acuerdo con que boxees?
- En un primer momento a mi viejo no le gustó, estaba negado con lo que hacía. Pero después cuando llegué a ser profesional me empezó a acompañar. Es más, trata de estar en todas mis peleas. En su época cuando fui citado a la selección nacional de boxeo no me llamó ni para felicitarme. Eso me dolió, pero después recuerdo que me emocionó el momento cuando presenció una de mis peleas. En cambio a mi vieja siempre le gustó el boxeo y cuando comencé a pelear dejó de mirar, aunque nunca me negó su apoyo.
- Antes de la pelea con “La Mole” Moli, ¿lo tenías como referente?
- No, ni cerca la verdad. Moli para mí sólo era el campeón argentino y quería su título. Mis ídolos son mis viejos. Después tengo referentes boxísticos, que es distinto. Mohamed Alí me parece que era un boxeador distinto por cómo se movía, la velocidad y técnica que tenía con el físico que tenemos los pesos pesados. Oscar de la Hoya es otro que admiraba, era muy técnico. Me gustaría boxear como los chiquitos. Una vez hablando con un boxeador de una categoría más chica, le dije: “Cómo me gustaría boxear como vos”. Y él me respondió: “Cómo me gustaría pegar como vos”. Aunque no parezca, trato de ser lo más técnico posible, por eso aprecio cómo se mueven boxeadores como Matthysse o Maidana.
- ¿Cómo fueron los preparativos para pelear con La Mole?
- En octubre del año pasado Moli llamó para pelear. Pactamos la fecha con el promotor y desde ahí empecé a entrenar con todo pero se canceló la pelea. Le dimos nueva fecha para noviembre pero se suspendió de nuevo porque Moli supuestamente iba por el título sudamericano en diciembre. Aflojé el entrenamiento y se le cayó la pelea, entonces avisó que el 7 de diciembre era la nueva fecha. Yo como quería pelear acepté, no quería dejar pasar la oportunidad. Pero como para sumarle más vueltas al duelo se suspendió porque La Mole se desgarró. Luego me enteré de que andaba haciendo exhibiciones por los pueblos embolsando muy buena plata. Entonces ya me daba bronca porque era una burla a mí como profesional, por eso era algo muy particular esa pelea. Lo desafié después y el decía que no le había llegada nada, hasta que mostré los certificados de todo el papeleo y tuvo que aceptar. Moli estaba muy entrenado, porque él iba a hacer la revancha con Domínguez pero se canceló. Entonces ahí me llamaron el 5 de agosto para pactar el duelo el 30 de agosto. Al otro día fue la explosión en la ciudad, y me afectó mucho emocionalmente, aunque no tuve ninguna persona cercana afectada. Caí en cama, estuve una semana y media sin entrenar de las tres semanas que tenía para llegar a la pelea. Y la última semana guantié mucho y pude lograr el tan ansiado título nacional.
- Ahora como campeón argentino de los pesos pesados, ¿podés decir que vivís del boxeo?
- No, ahora no vivo sólo del boxeo. Son muy pocos los boxeadores en Argentina que viven de esto. Es más, la pelea con La Mole no fue una pelea bien paga pero no me interesaba, lo que más perseguía era la posibilidad de quedarme con el cinturón de campeón argentino. Se hace muy difícil. El que vive de esto solamente es porque está en la elite del boxeo mundial y pelea a nivel internacional.
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