El veloz paso de la web: Cápsulas de información en un mundo que no para

17.06.2013 21:57

 

La realidad de hoy en día obliga al periodismo a brindar las noticias prácticamente en el mismo momento que éstas suceden

 

(Por Santiago Mingalia) Si alguien se tomara el trabajo de enumerar en papel la retahíla de cambios que ha experimentado el periodismo digital en los últimos años no podría creerlo. El análisis retrospectivo propuesto no suele realizarse por cuestiones de tiempo, o bien porque simplemente pasa inadvertido.

 

 Ocurre que Internet es como la arena que no tiene principio o fin, y que todo es más precario e inmediato. De esto se saca el problema que afrontan hoy por hoy los medios de comunicación y el concomitante cuestionamiento de cómo enfrentarse a aquello. Sin embargo, en este caso aplica perfectamente el dicho: “Si no puedes con ellos, úneteles”. Los diarios en papel tienen sus sitios web, que acaso son más leídos que los ejemplares físicos; los noticieros o programas de TV tienen cuentas en plataformas audiovisuales como Youtube; y hasta las radios suben su material a Internet o se valen de las redes sociales para realizar sus programas.

 

 Es conocido el caso del New York Times y su priorización del medio digital por sobre el del papel, como un síntoma más del cambio paradigmático que significó la incursión del periodismo en Internet. Primero fueron periodistas independientes creando blogs para expresar lo que ellos quisieran, luego esto fue mutando y resultó aprovechado por los grandes multimedios. Como corolario podría citarse a Twitter, que permite informar al instante y en pocas palabras.

 

 En el cibermundo la inmediatez es importante, puesto que eso es lo que lo diferencia de los diarios en papel o los noticieros. Pero no es fácil informar realmente en este lugar donde la biblia y el calefón conviven caóticamente. Y es debido a esta sobre-información que hay en Internet que el periodista digital se ve obligado a oficiar de juez, a discriminar la información para aportar sólo aquello que sirva y que sea confiable.

 

 No sólo existe esa tendencia a la brevedad y velocidad de las noticias, también está la necesidad de ver lo que sucedió, el hecho en sí. Esto abre puertas al llamado periodismo ciudadano y es una realidad innegable, basta entrar a Youtube y comprobarlo o ver un noticiero y notar que utilizan videos subidos a Internet para graficar lo sucedido. Sin embargo, ver a Youtube como una plataforma complementaria que ayuda a los medios convencionales a realizar sus programas sería una visión muy limitada y recortada

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 Existen canales de programas periodísticos en Youtube que se valen por sí mismos. Si bien los denominados “youtubers” son aquellos que utilizan este sitio web para subir su material, entre esas personas se encuentran periodistas. El mejor ejemplo es el caso de Ángel David Revilla, quien tiene el canal con más suscriptores (más de 700 mil) en Argentina. Es justo decir que además de periodista es humorista, y la gran cantidad de público que tiene quizá se deba a eso. Pero últimamente ha decidido hacer hincapié en su rol periodístico informando todo con respecto a las nuevas tecnologías y consolas de videojuegos, como la disputa entre la Play Station 4 y la Xbox One.

 

 Cabe decir que Internet ha cambiado sobre todo la manera de comunicar la información, pero este mundo que de buenas a primeras parece un pandemonio desatado, en cierta forma se organiza y todo encuentra su lugar. En Youtube hay documentales u otros videos que permiten ver y concretar la información, hacerla más convincente. Por su parte, en Twitter la información escueta e inmediata es la clave. Mientras que los diarios digitales crean su propio dominio y se valen de las redes sociales como en permanente simbiosis. No resultaría raro que una persona lea un mensaje en Twitter y para ver lo que sucedió luego vaya a un video en Youtube linkeado en el mensaje, y finalmente, si desea profundidad la información, se dirija a leer la nota publicada en el diario.

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