Dos miradas sobre los diez años de poder K

27.05.2013 23:42

(Por David Montes) El pasado 25 de mayo se cumplieron diez años desde que Néstor Kirchner llegó al poder, apenas con el 22 por ciento de votos. En el 2007, su esposa Cristina Fernández de Kirchner lo sucedió en el poder obteniendo el 45.29 de los votos. En el 2011, luego de la muerte de su esposo, Cristina Fernández fue reelecta con más del 54 por ciento de los votos. Cuando la actual mandataria complete su segundo mandato, a finales de 2015, se marcará un récord de permanencia en el poder de un mismo apellido. El kirchnerismo superará a los dos primeros gobiernos de Juan Domingo Perón (1945-1955) y a los de Carlos Saúl Menem (1989-1999). Sólo un mandatario argentino, Julio Argentino Roca, fue presidente durante doce años, aunque en períodos no consecutivos.

 Es indispensable hacer un análisis a diez años de la asunción de esta corriente peronista. Intentar brindar dos miradas de una década ganada para los oficialistas, o una década perdida (o robada) para los opositores. Cristina Wheller es licenciada en Ciencia Política y Relaciones Internacionales, titular de la cátedra de Fundamentos Teóricos de la investigación social en la UNR, y además milita en la CC-Ari, donde ocupa el área de formación.

 Wheller reflexionó sobre la década kirchnerista y, en primer lugar, sostuvo que bajo ningún punto de vista puede pensarse en que es “la década”. Lo segundo que planteó es que “hay elementos positivos para rescatar, aunque asimismo en el balance general hay mucho elementos negativo que no podemos obviar, y que hay muchos oficialistas no quieren ver”.

La licenciada explicó que se puede coincidir con el kirchnerismo en lo que tiene que ver con profundizar los juicios, sobre los Derechos Humanos que viene a profundizar las políticas de Raúl Alfonsín o sobre la Corte Suprema de Justicia, y agregó: “Incluso la renegociación de la deuda externa, si bien uno puede hacer algún retoque en general fue un buen planteo”.

 Por otro lado, expresó: “Si uno tiene que buscar cuáles son los lineamientos que marcan al gobierno me parece que la corrupción es un punto que los atraviesa de cabo a rabo. Eso es algo que uno no puede dejar de pensar como elemento negativo. Es un gobierno con una corrupción casi estructural, que convive con la corrupción y la ha instalado como lógica política”.

 Como un punto intermedio la licenciada señaló: “Siempre pensé que una nueva ley de radiodifusión podía ser un punto en que el 80 por ciento de la sociedad podía estar de acuerdo, y en realidad se transformó en una discusión de gobierno versus Clarín. Esta pelea se llevó puesto todo lo interesante que en principio podíamos pensar que democratizaba”.

 Por último consideró que la reforma de la justicia es la frutilla del postre: “Con un discurso de democratización aniquilan la vida republicana. Desde este punto de vista podemos decir que no es una década positiva, aunque tampoco podemos decir que es una década totalmente negativa”.

 Desde la mirada oficialista, la visión cambia sustancialmente. Adriana es abogada recibida en la U.N.L y milita en la agrupación La Cámpora. La militante sostuvo que en materia económica reconoce, en primer lugar, el pago de la deuda con el FMI para poner fin a los controles periódicos de la economía argentina por parte de esa “tecnoburocracia”. “Un segundo punto es la clausura del negocio especulativo de las AFJP, lo que permitió ampliación de la cobertura previsional del 95 por ciento de las personas con edad para jubilarse, y movilidad semestral de los haberes”, agregó.

 Y consideró: “Desde hace años venimos avanzamos en convenios colectivos de trabajo, además estatizamos empresas de servicio público en manos privadas, destacándose la de aguas, correo, Aerolíneas Argentinas e YPF. En materia de derechos sociales y económicos se benefició a un importante sector de la población con la Asignación Universal por Hijo, transferencia monetaria a grupos vulnerables que impacta en la cuestión social disminuyendo la pobreza e indigencia y mejorando la distribución del ingreso”.

 “Además está el impulso de la industrialización y creación de empleo formal, en una primera etapa con una elevada dosis de voluntarismo al descansar exclusivamente en un tipo de cambio muy alto, y desde 2011 ya con una estrategia deliberada de sustitución de importaciones”, señaló.

 En forma de autocrítica la integrante de La Cámpora sostuvo que podrían plantearse cuestiones como la aplicación repentina de medidas cambiaras. Esto, junto con una información insuficiente y una resistencia a cambios de paradigmas por parte de la sociedad, provoca disconformidad y rechazo. “Además en ocasiones se han planteados los debates en un marco 'polarizante'. Se reprocha la no definición: 'O estás con nosotros, o estás con ellos'”; sostuvo la abogada y agregó: “Otro punto que perjudica la discusión política es la descalificación por parte de algunos sectores del oficialismo a todo tipo de crítica opositora. La identificación de la oposición siempre como una franja conservadora y en muchos casos relacionada con las dictaduras militares, no siempre permite un buen análisis”.

 Para finalizar Adriana sostuvo que algunos sectores de la llamada clase media no se sienten participes ni incluidos dentro del proceso político que lleva adelante el kichnerismo. “Éstos aluden a una situación de engaño, de defraudación y corrupción, generando un sentimiento de impotencia, que en los hechos repercuten en la irritabilidad de las personas y la imposibilidad de diálogo entre los que apoyan al gobierno y los que no”, concluyó.

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