Delorenzi: “Cocinar es un desafío en cualquier contexto”

(Por Juan Ignacio Zerito) Damián Delorenzi, chef que todos los días participa en El Plan del Mediodía por Canal 3, además de tener un restaurant propio es uno de los miembros fundadores de Rosario Cocina Ideas. Quinceenuno dialogó con el influyente cocinero rosarino.
- ¿Desde chico sabías que querías ser chef?
- No sabía ni lo que quería. Yo jugaba al futbol. Jugué en Central, en Newell's... aunque esa parte la quiero borrar (risas). Pero no llegué a nada y sabía que no iba a vivir de eso. Cuando terminé la secundaria ya había empezado en la escuela del Gato Dumas. Antes gastronomía no era una educación, era solamente el oficio, y después se fue posicionando. Mis amigos me decían si iba a ir a aprender a pelar papas (risas). La gama de cosas para aprender en cuanto a gastronomía es muy grande y todo eso tiene una gran carga cultural. Para estudiar hay muchísimo.
- ¿Exige mucho tener un emprendimiento propio?
- Lo tomo como cuando no lo tenía, siempre con el mismo profesionalismo. Para la gente que va a cenar seas o no el dueño no le interesa, pero si sos el cocinero es una carga importante, porque la gente come lo que hace un equipo de trabajo, pero el nombre que lo respalda es el mío. Son desafíos, las reuniones pasan por las comidas, las caras de los invitados pasa por la presentación y lo rico de la comida. Por ejemplo el disco fue, es y será novedoso porque une gente, las personas van con otra ansiedad para comer. La comida cumple un rol fundamental, todas las cenas son importantes para mí, desde uno que gaste poca plata hasta uno que gaste una fortuna, porque está adquiriendo mi servicio y mi producto, por éso los tengo que tratar de la misma manera.
- ¿Sentís que es una profesión que se ha valorizado?
- Se valorizó muchísimo porque, por ejemplo, en un hotel se conoce más el cocinero que el gerente aunque éste maneja todo. Pero se posicionó el cocinero por que se valorizó más a la gastronomía.
- ¿Cómo ves al cocinero de entrecasa?

- Está bárbaro que la mujer no se aleje de la cocina, aunque son otros tiempos. Están más atareadas, una vida más rápida, se fue perdiendo la cocina casera y eso no está bueno.
- ¿Por qué hay más chefs hombres que mujeres?
- Antes era al revés pero la mujer se fue alejando de la cocina, por el tema de la vida diaria hizo una carga con las tareas domésticas. Se perdió el concepto casero. La mujer tomó otro rol y dejó la cocina en un segundo plano.
- ¿Cómo lograste ser el chef del Ross Tower?
- Tenía 22 años cuando abrió el hotel y yo quería ser el chef. No sé cómo me aceptaron a esa edad, viste cuando sos joven te creés el mejor y pensás mucho menos las cosas, hoy en día pienso más. Insistí mucho para entrar, yo quería ser el chef del hotel, me dieron la oportunidad y me fui ganando el lugar de a poco. Yo tomé la decisión de dejar la hotelería porque es un trabajo de 24 horas. Trabajé en siete hoteles (y cuatro en simultáneo) pero tiene una gran carga horaria y no podía dedicarle ese tiempo, por eso me abrí.
- Se conoce tu relación de amistad con Martiniano Molina, ¿cómo lo conociste?
- Lo conocí de caradura, empecé a estudiar y no podía pagar todo el curso. Un día vino Martiniano, me vio y me llevó a Buenos Aires. Fue un desafío donde aprendí de la vida más que de cocina. Empecé a valorar muchas cosas por no tenerlas cerca, como mi familia o Rosario en sí. Luego con Martiniano nos volvimos como hermanos, se dio una relación muy buena y somos grandes amigos, además que compartimos el amor por la cocina y los buenos vinos.