Construir para no olvidar

24.05.2013 11:32

Fábrica de ideas es un espacio que funciona en el Museo de la Memoria donde se reúnen chicos de distintas escuelas secundarias para hablar, discutir y resignificar valores como la democracia, la memoria y la justicia.

(Por Josefina Casanovas) “Todo está clavado en la memoria, espina de la vida y de la historia”, ese es un  fragmento de una canción de León Gieco que fue coreada por miles de personas con euforia y emoción. Es que hablar de memoria, es referirse a no olvidar, es recordar aquello que sucedió en 1976 y es también lograr conciencia para que nunca más se vuelva a repetir.

Desde su lugar, el Museo de la Memoria de la ciudad trabaja constantemente sobre lo que ocurrió en el llamado “Proceso de Reorganización Nacional” pero lo hace en relación a los sucesos que transcurren en la actualidad. La psicóloga Alejandra Cavacini, integrante del Departamento de Educación del museo, expresó: “Se trata de dialogar desde el pasado al presente y desde el presente al pasado en torno a cuestiones que todavía están pendientes aún en democracia”.

Cavacini está a cargo de un espacio en el cual se reúnen todos los miércoles chicos de distintas escuelas secundarias de la urbe. Desde esa área, ellos hablan, discuten y recrean acerca de la historia nacional y sobre el presente que los toca. La psicóloga puntualizó: “Apuntamos siempre a espacios colectivos porque creemos que desde allí, a través de la reflexión y el intercambio de experiencias es desde dónde podemos producir determinados materiales e ideas”. Es por eso que el espacio se llama “Fábrica de ideas".

Como cada miércoles, en el sitio donde las ‘paredes hablan’ los adolescentes se sumergieron en un viaje por el sector del museo denominado “Reconstrucciones”.  En ese rincón hay una maqueta de lo que fue el ex Servicio de Informaciones, que funcionaba durante la última dictadura militar en el edificio de la Jefatura de Policía (San Lorenzo y Dorrego). También en una de las paredes hay tres mapas. Uno de ellos es el de Argentina, dividido por áreas como lo habían hecho los militares. Los otros dos, el de la provincia de Santa Fe y el de Rosario, tienen marcado dónde fueron los centros de detención.

Los jóvenes permanecieron callados  y atentos ante la explicación de Cavacini. Luego, la profesional los invitó a reflexionar acerca del presente de cada uno de ellos y sobre sus experiencias. La idea era que cuenten si alguna vez sufrieron hechos de violencia o discriminación. Como siempre romper el hielo cuesta, la especialista decidió abrir el juego con una frase que está impresa allí: “Por su cercanía física, por estar en medio de la sociedad, del otro lado de la pared, el campo de concentración sólo puede existir en medio de una sociedad que elige no ver”. El peso de las palabras cayó por sí solo y los adolescentes hablaron acerca de sus vivencias.  Uno de ellos, comentó que una vez a la salida del colegio, los policías quisieron revisarlo a él y su grupo de amigos. ¿Por qué? Ni él ni ellos lo saben. Ante esta situación la profesional le preguntó si hicieron algo y él respondió: “No, si decís algo, te pegan”.

Ante esta respuesta se abrió un debate acerca de la violencia y qué hacer frente a ello, qué le pasa a la sociedad argentina, en qué debería intervenir el Estado, en qué medida los ciudadanos son parte de las transformaciones y qué hacen frente a ellas. Eso es “Fábrica de ideas”, un espacio de reflexión y aprendizaje. No obstante, la intervención de los chicos no queda dentro de esas paredes sino que tienen como destino final un proyecto que se mostrará en la ciudad. Además habrá un encuentro nacional en Chapadmalal (Buenos Aires) a fin de año con alumnos de otras escuelas.

Las palabras de ellos

Camila y Maximiliano son estudiantes del colegio de Enseñanza Media Nº 545 “General Puente Gallegos”, ambos tienen 17 años y participan del taller desde el comienzo del 2013. La muchacha comentó que le gusta estar en el grupo porque debaten y se expresan libremente. Por su parte, el varón contó:Me interesa discutir la política y la democracia. Además está buena la idea de conocer gente y estar comunicados entre nosotros”.

Por otro lado, sentados en semicírculo, los 18 integrantes del conjunto definieron qué es ser joven. Los chicos tienen esa capacidad de ser claros, concisos y frescos, por eso, sin vueltas manifestaron: “Ser joven es ser más vulnerable, vivir cada momento como si fuese único, construir para un futuro pero sobre todo es hermoso, es la vida que uno espera”.

¿Cómo comenzó el proyecto?

“Fábricas de ideas” se inició en agosto del 2012 con una experiencia piloto. “Invitamos a todas las escuelas de la ciudad. Nos interesa fundamentalmente indagar las voces de los jóvenes en relación a la vulneración de los derechos en el presente”, detalló Alejandra Cavacini.

Asimismo, la encargada del departamento de educación del museo señaló que la mayor parte de las actividades están orientadas a adolescentes. “Creemos que las distintas juventudes que coexisten en nuestra sociedad y están yuxtapuestas, pueden ampliar las miradas y voces”, finalizó.

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