Ayer se celebró el día del escritor en el país
14.06.2013 23:41(Por Santiago Minaglia) Ya se sabe que el 13 de junio se festeja el día del escritor en Argentina. En cambio, algunos desconocerán el porqué. Sucede que ese día en 1874 nació el poeta, ensayista, periodista y político, Leopoldo Lugones. Además, fundó la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) quien fue la que estableció la fecha como el día del escritor.
Desde los trovadores condenados al anonimato que en los años idos endulzaron los oídos de la gente con sus cantares y poesías, quienes encontraron su réplica en los juglares que difundieron los versos de éstos con arreglos personales, hasta los más célebres escritores de hoy en día con su nombre grabado con letras ígneas en los libros de la historia. Mares de tinta y montañas de hojas se acumularon desde las primeras impresiones.
Cuentan que cuando ardió Alejandría 900 mil manuscritos fueron reducidos a cenizas; también en otro plano, pero esta vez en un mundo creado por Bradbury en su famoso libro Fahrenheit 451, se incineraron libros y junto con ellos ideales. Barbaridad que fue perpetrada bajo la excusa de que leer vuelve a los hombres infelices y los hace desiguales cuando -dicen- deberían ser iguales. Es sabido que esto último es cierto, leer ayuda a las personas a encontrarse a sí mismas, a su formación como individuos. Ya lo dijo Borges: “Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”. Y agregó Cortázar: “El hombre todos los hombres”, parafraseando su libro Todos los fuegos el fuego, dando a entender que es necesario salvar al individuo y que el hombre pueda ser a su vez todos los hombres, mas no que todos los hombres sean el único hombre. De lo anterior se sigue que es difícil separar el día del escritor con el día del lector, primero porque todos los escritores fueron grandes lectores, y segundo porque el homenaje a los escritores vienen desde sus lectores.
Cabe recordar que, además, este año Rayuela cumplió medio siglo desde su primera publicación. Y ya que de aniversarios se trata, entre este mes y el pasado del 1967 se realizaron las dos primeras ediciones de Cien años de soledad. Novela en la cual Gabriel García Márquez logró que sucediera todo.
Contrariamente a la idea de Bradbury, Cortázar imaginó un mundo donde los libros crecían tanto en volumen que terminaron atiborrando todos los ámbitos. Esta visión diferente, este rondar las cosas del otro lado, es una característica que encuentra antecedentes en libros como Los Reyes e Historias de Cronopios y de Famas de donde viene el relato en cuestión llamado Fin del mundo del fin.
El mundo se parecería mucho al del relato anterior si alguien intentara establecer una retahíla de todos los escritores que habría que nombrar en el homenaje. Pero sería un pecado venial no mencionar a Borges, puesto que de Argentina se habla. Un dato curioso es que éste en su relato El libro de arena, dio una idea de lo que hoy en día se conoce como Internet, y que ha dejado a la literatura al alcance de la mano dando a conocer el mundo de las palabras a quienes simplemente sientan curiosidad por éste, incluso estableciendo nuevos paradigmas en la forma de leer y, también, escribir.
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