Autismo: un trastorno del neurodesarrollo

Así define la psicóloga Marisa Filipsa a esta enfermedad y explica qué hay que tener en cuenta a la hora de diagnosticarlo

(Por Sofía Gisel Correa) Marisa Filipsa, psicóloga del Colegio de Nivelación para Niños Autistas de Rosario (Connar) ubicado en Viamonte y Buenos Aires, contó cómo se trabaja con los nenes autistas y de qué forma los ayuda este instituto. También explicó muy bien qué es el autismo, a qué edad y cómo se puede detectar.

 “El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que aparece en los primeros años de vida, acá en la Argentina se diagnostica un poco tarde -explicó la psicóloga-. Pero alrededor de los 18 meses se empieza a ver que tienen más dificultades para atender e interesarse por el otro, no les interesa mirarle la cara ni siquiera a las personas cercanas”.

 Luego reveló: “Se empiezan a ver rituales como jugar y hacer ruidos constantemente, mueven las manos y se balancean. Se ven dificultades para el desarrollo del lenguaje y la socialización”. La profesional informó que se debe hablar de un espectro autista, esto quiere decir que no todos tienen las mismas dificultades ni el mismo tipo de desarrollo. Hay chicos que con el tratamiento adecuado llegan a incluirse a la escuela común e insertarse laboralmente. También hay otros que requieren de más ayuda para el desarrollo de la autonomía.

 El 24 de abril Connar cumplió 24 años. Esta institución fue creada a través de un grupo de padres con la intención de armar una escuela para chicos con autismo, ya que en ese momento no se los recibía en un “colegio común”. Antes funcionaba en otro establecimiento, después compraron el terreno de Viamonte y Buenos Aires, donde todavía funciona. Filipsa afirmó: “Ahora nos dedicamos a la atención de grupo de chicos con autismo y también de niños con otras dificultades”.

 En el turno mañana se trabaja la parte escolar y a la tarde en los talleres terapéuticos de música, teatro y natación, que son coordinados por Filipsa. La escuela es privada pero sus docentes están incluidos dentro del Ministerio de Educación. En este momento están trabajando trece docentes, dos psicólogas, una fonoaudióloga, un profesor de Educación Física, otro de música y la directora.

 Actualmente hay alrededor de 45 alumnos que trabajan en grupos de cuatro a ocho alumnos. “Acá tenemos grupos de escolaridad como en cualquier escuela común, pero se usan estrategias específicas para trabajar con ellos –explicó Filipsa-. Hay docentes especiales que están formados para trabajar adaptadamente”.

Además, la psicóloga agregó: “Hay grupos de chicos que no han adquirido la lectoescritura ni las matemáticas. Con ellos se trabajan habilidades de la vida cotidiana, conocimiento del dinero, manejo del barrio, hacer compras. Algunos con más destrezas han llegado a hacer pasantías laborales”.

 “Los chicos que están acá adquieren conocimientos y se los integra a todo lo que se puede porque la escuela común los beneficia en la socialización. ‑­Otros no asisten todos los días, sino que cursan algunas áreas especiales o ciencias en las escuelas comunes y otras materias las hacen acá. Algunos chicos directamente hacen escolaridad especial”, detalló la profesional.

 Por último, Filipsa explicó que cuando se puede se realizan reuniones de padres y talleres: “Esto a los padres les viene bien porque se encuentran con pares que están pasando por situaciones similares con sus hijos y eso ayuda”.