Aparecidos: Una muestra para no olvidar

05.06.2013 13:42

 (Por Sabrina Benítez) Juan Carlos Abachian, quien fue secuestrado en 1976 durante la última dictadura militar, es el primer nombre que aparece en la extensa lista de desaparecidos.org. Ese fue el retrato con el que Brian Carlson, artista y educador estadounidense, comenzó Aparecidos. Una muestra de alrededor de 450 rostros de argentinos víctimas del terrorismo de Estado. Una parte de ésta fue presentada el domingo y será exhibida en el Museo de la Memoria (Córdoba 2019) hasta el 6 de junio.

Juan Carlos Abachian

Brian Carlson es un estadounidense nacido en Chicago, graduado en pintura, escultura y grabado de la Southern Methodist University de Dallas, Texas. Su primer trabajo al estilo Memorial lo realizó tras el atentado de Oklahoma de 1995, cuando Timothy McVeigh detonó un camión repleto de explosivos frente al Edificio Federal. Desde ese momento su vida cambió, advirtió que su trabajo como artista debía reflejar este tipo de situaciones. Tenía que usar su arte para expresar aquellas cosas que lo impactaban.

 Desde aquel momento Carlson está involucrado en trabajos relacionados más que nada con los derechos humanos. En el año 2007, preparándose para un nuevo trabajo sobre violencia de género, “Palabras escritas en la pared”, comenzó a estudiar la historia argentina hasta que finalmente llegó a la última dictadura militar. Carlson visitó la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) donde se interiorizó aun más en este tema. “Caminé por los pasillos donde personas encapuchadas estaban viviendo sus momentos finales. Vi los pisos donde los obligaban a echarse y permanecer en condiciones inhumanas. Estuve en las habitaciones donde muchos fueron golpeados sin piedad. Ustedes saben sobre esto, yo no lo sabía”, explicó Carlson.

 El artista aseguró que quedó “totalmente sobrepasado en ese ambiente sintiendo la maldad”. La destrucción y el terror estaban impregnados en las paredes. En aquel momento Brian hizo un voto, no a Dios, sino a los desaparecidos: “Les dije que volvería con una respuesta de mi arte. Ha tomado bastante pero he regresado”.  Con el tiempo, se dio cuenta que lo que buscaba era “celebrar gente viva”, no desaparecidos. “Quería decir que la vida es un regalo, un don, es sagrada. Es algo que no deberíamos poder quitar al prójimo tan fácilmente”, reflexionó. “Quería decir que estos 30 mil seres humanos son hermanos/as, padres, madres, hijos, no son una etiqueta. Quería recordarlos, traerlos nuevamente”, expresó Carlson.

 Además, otro aspecto a tener en cuenta son las imágenes en blanco y negro. Para Brian son evidencias, son fotos de víctimas y lo que él quería era “hablar de vida”. Carlson manifestó: “Quería decir: ‘Esta es María, vean qué llena de vida estaba. Acá esta Floreal, miren qué buen mozo era’. La vida se muestra en colores”. Finalmente, el 1° de enero de 2012 Brian realizó el primer retrato de los 450 que tiene actualmente. Siguiendo el orden de la lista de fotos publicadas en desaparecidos.org comenzó con Juan Carlos Abachian, un rugbier y abogado secuestrado el 27 de diciembre de 1976 en La Plata.

 María Graciela Medici | Floreal Edgardo Avellaneda

Pero a medida que su trabajo fue creciendo y tomando más trascendencia muchos contactaron a Brian por medio de las redes sociales para enviarle fotos de sus desaparecidos. Así se dio el caso de miembros de la organización Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Acciones Políticas de Rosario que, además de enviar sus imágenes, fueron quienes lo invitaron a la ciudad para realizar la presentación de su muestra.

 Elida Luna, presidenta de la organización, expresó: “Lo que nos llamó la atención fue la calidez y la calidad de este hombre. Veíamos las fotos, lo hermosas que son. Que pinte de esta manera, que les dé vida, fue lo que los hizo volver a aparecer”. Además, aseguró que luego de tantos años de lucha por la memoria esta muestra ha sido de gran colaboración. “Siento que todo lo que hicimos no fue en vano. Si le ha llegado a alguien de tan lejos quiere decir que es respuesta a la lucha. A la lucha de un pueblo que se negó a olvidar, a enterrar, a no decir”, sostuvo Luna.

 Por su parte, Carlson explicó que está convencido que detrás de Aparecidos hay una energía muy fuerte. “Creo que este memorial se está pintando solo, a través de esta gente. Siento que soy solamente la persona que sostiene el pincel”, manifestó. Asimismo, al momento de hablarle directamente a los desaparecidos se emocionó, por lo que no pudo continuar, y fue su traductor el encargado de leer su mensaje.

 “Es un honor tener un propósito en la vida y entre los pocos que tengo este es claramente uno. Creo que nací para pintar Aparecidos, para entregar estas pinturas a la Argentina y el mundo. Estoy feliz de regresar color a vuestras caras, de ayudar en la reaparición que va en contra de la ambición de los que perpetraron esta tragedia”, decía el texto de Carlson.

 Mirando algunos de sus retratos Carlson observó: “Estaban llenos de vida, la mayoría eran jóvenes. Querían lo mismo que cualquiera: vivir sus vidas en paz, casarse, formar una familia. Quería llevar vidas plenas para ver crecer a sus hijos”.  Por otro lado, el artista explicó que le va a llevar varios años terminar las imágenes, no puede poner una fecha. “Es una pintura que nunca termina. Creo que voy a terminar pintando esto por el resto de mi vida”, reconoció.

 Luna aseguró que notó muy emocionado a Brian durante la presentación. Y quiso dejar en claro que “una cosa son los gobiernos y otras los pueblos, los pueblos son todos iguales”. Además, aseguró que les pasa algo con “la carita de los desaparecidos”. Todos ellos, los familiares, los siguen recordando jóvenes. Continuó: “Nosotros crecimos, ellos no. Cuando los vemos así tan lindos, con esos colores, te entran un montón de sensaciones. Uno lo primero que dice es 'qué jovencito que era' y nos quedaron así. Yo crecí, ya soy abuela. Pero me queda la imagen de Daniel Gorosito, mi compañero, con 23 años”.

 Por otro lado, Carlson explicó que realizó una segunda parte de esta muestra. Una serie llamada “Los monstruos” donde se encontraban Videla, Galtieri y Pinochet, entre otros. El artista aseguró: “No es para honrar a los desaparecidos sino para deshonrar a los perpetradores”. Estos cuadros fueron pintados sobre telas que los pintores utilizan para poner en el suelo y no mancharlo, ellos los llaman trapos de piso. “Cuando pinté al monstruo Videla aun estaba vivo. Pero en una celda, enfermo. Había caído de la pompa y la falsa gloria”, sostuvo.

 Leopoldo Galtieri

Asimismo, opinó: “La violencia los mató, Videla está muerto y ha sido derrotado por su propia mano sangrienta. Aún cuando vivió en lo que llamamos libertad estaba atrapado en la cárcel de una persona maligna”. Finalmente, respecto a su lejanía con la historia, Carlson expresó: “No veo fronteras, me siento una persona global. La violencia es la violencia, esta es mi familia, al igual que Estados Unidos”. 

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