Acentos Perdidos, una campaña ortográfica

20.05.2013 21:10

En México, el español Pablo Zulaica lanzó una iniciativa de reinserción de tildes en la vía pública de gran influencia

 

(Por Alina Dondo) Pablo Zulaica es español pero vive en México. También es publicista, eso lo llevó a mudarse de su país en busca de nuevas experiencias laborales. La redacción es su fuerte, por eso en 2009 lanzó una campaña ortográfica que se basa en colocar acentos en aquellas palabras de la vía pública a las que les faltan y por lo tanto carecen de sentido. A lo largo del tiempo, Acentos Perdidos llegó a distintos países del mundo donde mucha gente copió la idea. El éxito del movimiento cambió la vida de su creador y reafirmó su fe en una escritura correcta que lo ayudó a encontrar una nueva profesión que desarrolla actualmente: el periodismo. 

 "Se me hacía totalmente injusto que la culpa de un fallo fuera exclusivamente del redactor cuando al mismo tiempo las calles estaban llenas de errores en carteles de gobierno o de empresas grandes", explicó Pablo Zulaica. Este hombre le teme a los adultos apáticos que escriben de mala forma, también teme que los niños ‑aprendan mal porque leen mensajes incorrectos y que el contagio de la apatía sea mucho más peligroso que una mala ortografía.

 El publicista y corrector señaló: "Me costó un año convencerme de que la campaña podía verse como algo propositivo, educativo y divertido más que punitivo e impertinente". Pero con el tiempo logró tener la iniciativa suficiente para él mismo imprimir los tildes y salir a la calle. Además, cada papel contenía escrita la regla ortográfica por la cual la palabra debía llevar acento. Al notar que la gente  se sumaba, Zulaica le quitó "cualquier tinte personal" a la cruzada.

 El proyecto llegó a boca de mucha gente por varios condimentos que el español le agregó: "Hoy en día hubiera sido absurdo no abrir un blog que lo documente. Por eso lo inauguré, y me propuse subir una foto con un acento cada día. Cuando lo sentí listo lo anuncié en mi cuenta de facebook y abrí un twitter para ello". Tres días más tarde, el contador de la página marcaba 2600 visitas sólo en las últimas 24 horas. Y a las pocas semanas, Zulaica ya había respondido más de trescientos mails y realizado más de treinta entrevistas entre radio y televisión de medios latinoamericanos y españoles.

 Muchas veces los carteles en los que Zulaica coloca acentos tienen "dueño", y la respuesta al verlo realizar esta corrección casi siempre es buena. "Hay quien piensa que es absurdo corregir, pero bien argumentado casi todo se sustenta y por el contrario esos argumentos en contra no suelen ir muy lejos", ratificó. Del mismo modo, resaltó que es importantísimo no imponer y ser comprensivo ya que no todos piensan igual ni le dan la misma importancia a un acento.

 Pablo Zulaica no dejó pasar una anécdota, recordando cuando por las calles de México lo arrestaron junto a una alumna por poner un acento en un cartel. Esto se hizo eco en los medios de comunicación y desde la Secretaría de Seguridad Pública le extendieron un salvoconducto que habilitaba a continuar con el proyecto. El publicista explicó: "Eso dio un gran empujón, obtuve un permiso para corregir con respaldo legal y fue la campaña de publicidad más barata que hice en mi vida".

 La idea central de la iniciativa es principalmente lúdica. Zulaica no persigue ningún interés lucrativo. En consecuencia, su objetivo personal es comunicar que "ya es tiempo de disociar dinero y cultura, clase alta y educación, carro grande y éxito". También agregó que quizás la ortografía sea un pretexto para hablar de las cosas que importan.

"El proyecto da bonitas vueltas de tuerca de vez en cuando"

 Hoy Pablo Zulaica da clases en universidades acerca de la importancia de escribir bien. "Les cuento cómo se dio Acentos Perdidos y qué hay detrás de él -contó-, y ‑­aconsejo a personas que quieren comenzar algo parecido". Asimismo, en 2011 el redactor lanzó un libro con perfil infantil donde cuenta la historia de la campaña de forma ficticia. "Es una manera no tan tradicional de abordar el tema de la ortografía", remarcó.

 "Siento que los medios de comunicación sumaron mucho al proyecto al ayudar a difundir una lucha que seguramente es la misma que se tiene en las redacciones de prensa", reflexionó Zulaica. Por esta razón, la idea de la campaña se desplazó a lo largo de Latinoamérica dando lugar a blogs "hermanos" de acentosperdidos.blogspot.com en más de quince países.

 Pablo Zulaica vivió en tres naciones distintas a lo largo de sus 30 años: España, México y Argentina. "Me parece que alguien nace nómada o sedentario y no hay mucho que explicar, es superior a uno -amplió-. Teniendo una rutina lejos de mi casa no me aburro, no conozco el tedio, siempre encuentro sentido a lo que hago y eso es invaluable". Para Zulaica, cada día que uno vive fuera aprende el doble, ya que está constantemente percibiendo estímulos que le son nuevos y tiene dos puntos de referencia.

 Sin embargo, no se siente un apátrida aunque a menudo "la patria mediante dos o tres colores ciega frente a las cosas que importan". De acuerdo con eso, precisó: "En Latinoamérica encuentro algo que es la savia de lo que quiero escribir, y eso hoy para mí lo es todo, pues me calma, me centra y me permite entender, expresarme y ser". De la misma forma, finalizó: "Así que creo que para bien o para mal, mientras tenga los medios, sospecho que viviré siempre entre dos tierras, la mía y otra que también será luego un poco mía".

 

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