¿Tendrá Rosario la Terminal que merece?
14.05.2013 00:02
(Por Mailén Salemme) Hace dos años y medio se empezaron a ver las primeras reformas dentro de la Terminal Mariano Moreno. Pero el tiempo pasó y todavía no hay una fecha de finalización. Los empleados del lugar no tienen respuestas ni tampoco certezas y muchos hasta tienen miedo de lo que pueda llegar a pasar. Los pasillos de la terminal se ven interrumpidos por materiales de construcción, paredes y obras que son consecuencia de las reformas.
Los pasajeros avanzan por un laberinto que parece no tener fin. Incluso algunos de los comerciantes del lugar bromean al respecto: "Parecen dos terminales. La vieja y la nueva, el tema es que a veces no sabés cuál es cuál”. Lo cierto es que las obras abarcan todo el lugar y se van interrumpiendo los caminos por los cuales los turistas tienen que pasar con sus maletas o simplemente esperar para emprender su destino.
Las autoridades oficiales tratan de explicar los hechos que se viven: "Mientras las reformas se van concretando, la Terminal se verá afectada en varias zonas, incluyendo boleterías, locales y espacios de circulación y acceso a las plataformas. En este período de transición, pedimos disculpas a los usuarios por los inconvenientes que inevitablemente ocasionan las tareas que se van realizando".
La obra tuvo su punto inicial en mayo de 2010. En ese momento las autoridades a cargo de la misma aseguraban un plazo de ejecución de un año y medio y una inversión de más de 20 millones de pesos, aportados por la Municipalidad y los comerciantes y empresarios de la Terminal. Hoy, dos años y medio después, ya se ha inaugurado una de las partes que fue remodelada, aunque nunca la terminaron definitivamente, según los mismos empleados. "Se inauguraron por razones políticas, para las cámaras, pero en la cámara se ven sólo las cosas lindas. ¿Sabés todo el trabajo que hace falta todavía? Seguro que como este es un año electoral van a hacer las cosas mas rápido, pero igual no tenemos ni idea de cuándo van a terminar por completo las obras", expresaron, algo indignados, algunos comerciantes del lugar.
Lo curioso es que ninguno de los empleados pertenecientes a la Terminal quiere dar su nombre, y todos coinciden en su respuesta: "No nos dejan". ¿Quiénes no los dejan? Las autoridades del lugar se hacen las desentendidas y sólo responden las típicas preguntas, el mismo discurso que aparecía en los diarios hace más de dos años atrás y que se sigue repitiendo hasta el día de hoy.
Las quejas de los comerciantes son rotundas: "Es un caos. No hay médicos o los que están ni siquiera se sabe si son profesionales. Algunos negocios se alquilan dentro de un rubro, pero después lo cambian como quieren, eso pasa porque tampoco hay control. La circulación de la gente es imposible. Acá nadie controla nada, o a veces no les conviene controlar”. Además, uno de los dueños denunció: "Los obreros que me compran me comentan que no les llegan los materiales."
Lo cierto es que la Terminal es lo primero que los turistas ven cuando llegan a la ciudad. Es la primera impresión que tienen de Rosario y es por éso que estas obras son completamente necesarias, lo que indigna es el tiempo que llevan y las pocas respuestas oficiales que se tienen sobre la misma. En vez de avanzar el trabajo sólo cuando hay elecciones, las autoridades provinciales y municipales deberían pensar en las familias que dependen de la Terminal o de los pasajeros que visitan la ciudad esperando algo distinto y convencerlos de que siempre pueden volver.
Rosario es una de las ciudades más importantes del país y es algo lamentable que lo primero que ven los turistas cuando se bajan del colectivo sea un laberinto de paneles de madera, movimientos de los operarios, flechas amarillas que indican por dónde pasar, láminas de construcción, carteles de advertencias y, sobre todo, la (mala) reubicación de boleterías y negocios.
———
Volver